El Tribunal Supremo ha avalado la consideración de accidente laboral para el infarto que, al regresar a su casa al percatarse de que se había dejado el teléfono móvil, causó la muerte de un comercial en Calahorra (La Rioja).
El comercial, de 50 años y que llevaba 20 trabajando para la delegación aragonesa de Freixenet, había salido de su casa el 5 de enero de 2015 a las nueve de la mañana para, como todos los días laborales, comenzar su jornada de visitas a clientes. “Una vez en la calle al ir a subir al coche se percató de que se había olvidado el móvil en su domicilio. De regreso a su casa, cuando se encontraba en el portal del edificio, sufrió un infarto”, señala el parte del accidente, que sitúa el fallo cardiaco a las 9.15 horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario