El actor solicitó una excedencia voluntaria por cinco meses a su empleador y un mes antes, solicitó el reingreso en la empresa, reingreso que fue rechazado alegando la inexistencia de vacante. Se vio abocado a demandar por despido y, en conciliación, la empresa reconoció su improcedencia.
Cuando el desempleado acude a solicitar la prestación contributiva, el SEPE la deniega porque no está de alta o en situación asimilada.
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